IGNORANCIA SUPINA

 

IGNORANCIA SUPINA

Lillian Calm escribe: “Para un conocedor de los libros de historia de Chile, que haya llegado mas allá del capítulo sobre el Combate Naval de Iquique, está claro que esta viene a ser la gesta (sí, la gesta) más importante de nuestra historia patria. Y ello aunque nuevas generaciones que hoy han llegado a La Moneda ignoren su trascendencia”.

Hay una definición médica para supino. Pero hay otras más coloquiales y más fuertes. Leo en Google:

¿Qué significa la expresión ignorancia supina?

Según la Real Academia Española la ignorancia supina es la ignorancia que se debe a la negligencia de aprender o inquirir lo que se debe saber. 

 

No creo que exista otra razón para haber evitado, por problemas de agenda (como se llegó a explicar), la reunión conmemorativa entre los mandatarios de Chile y Argentina , nada menos que de la firma del Tratado de Paz y Amistad precisamente entre Chile y Argentina.

Es decir, esos problemas de agenda le habrían impedido al Presidente Gabriel Boric (aún es tiempo) reunirse con su par trasandino, al cumplirse nada menos que 40 años (¡cuatro décadas!) de ese tratado que evitó una guerra.

Ese, por tanto, no fue un tratado más.

Para un conocedor de los libros de historia de Chile, que haya llegado mas allá del capítulo sobre el Combate Naval de Iquique, está claro que esta viene a ser la gesta (sí, la gesta) más importante de nuestra historia patria. Y ello aunque nuevas generaciones que hoy han llegado a La Moneda ignoren su trascendencia.

Viví y debí reportear todo lo relacionado con la mediación papal. El cardenal Antonio Samoré, junto a un periodista argentino, me recibió en su departamento, en la vaticana plaza Santa Marta: era el representante del mediador (nada menos que el Papa Juan Pablo II); esperé sentada en los peldaños del Palacio San Martín (Cancillería bonaerense) hasta más allá de la medianoche, con el fin de obtener alguna noticia positiva para despachar a Santiago; recorrí Argentina sopesando el ambiente de sus habitantes; sobrevolé en aviones de la FACh la zona en conflicto, con el agravante que debimos regresar (no sé si puede decirse a toda carrera) para aterrizar en Punta Arenas, porque en un momento fuimos detectados por aviones del otro lado; caminé por Ushuaia y Puerto Williams, ahí vadeando minas subterráneas; viajé una y otra vez a Buenos Aires y a Roma; también a Montevideo y Rio, a reuniones relacionadas…

La firma del Tratado de Paz y Amistad con Argentina fue histórica, verdaderamente histórica, pero cuarenta años después nos encontramos con autoridades que tienen  problemas de agenda para conmemorar esa gesta.

Triste. Tristísimo. De no creerlo. Feroz cuando la ignorancia llega a ser supina.

 
Lillian Calm

Periodista

21-11-2024

 

 BLOG: www.lilliancalm.com

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