UN SIBERIANO LLEGA AHORA A DOWNING STREET 10
UN SIBERIANO LLEGA AHORA A DOWNING STREET 10 Lillian Calm escribe: “ Recuerdo que el mismo día en que escribí por primera vez sobre los gatos de Downing Street recibí un mail de mi amiga Mary Rose Mac-Gill, quien siempre se fascinó con los animales, fueran caballos, perros, gatos…”. Un amigo mío, a su vez ávido lector (y no solo de libros, sino de toda información impresa o virtual) me sorprendió con una noticia que, debo reconocer, se me había escapado: un gato, de escasos meses, se ha sumado a la familia Starmer, en Downing Street número 10. La noticia pasaría inadvertida si se tratara de otra nación, pero en el Reino Unido esa residencia es tema de Estado. Hace unos tres meses, el jueves 4 de julio, comenté en estas columnas que el único que no tendría que cambiarse de casa tras las elecciones generales de esos días (a diferencia del conservador Richi Sunak, ex primer ministro de ascendencia india, que debió hacer sus maletas y partir, y del propio Starmer que llegaba) era Larry.