A veces no entiendo mucho lo que leo. Otras veces, absolutamente nada. Es otro todo. Como si se me discriminara.
Sin ir más lejos es lo que me pasó, hace solo unos días, al leer el diario La Tercera; y, tengo que aclarar, no debido a ese diario, sino al contenido de una información. Se daba a conocer un curso precisamente sobre discriminación, aparecido en redes sociales.
Por lo que entendí se trata de un seminario de profundización, que dará Irina Karamanos, la misma militante de Convergencia Social que dejó abruptamente el ya desguazado Gabinete de la Primera Dama, o como se le haya denominado, al terminar su relación con el Presidente de la República. Entonces salió de La Moneda, ha viajado por el mundo y ahora, en Chile, ofrecerá estas cuatro sesiones.
Son, eso sí, sesiones pagadas que se extenderán entre el 4 y el 25 de julio. Este curso se presenta como un seminario de profundización sobre la discriminación, organizado por el Instituto Internacional de Filosofía y Estudios Sociales.
Como nunca había oído hablar de tal instituto (mera ignorancia mía, lo sé) lo googlié y, antes de que comenzara a profundizar en sus objetivos, me topé a boca de jarro con gigantescas fotografías a todo color que me inundaron la pantalla de lado y lado. A pesar de la perfección de la toma, sentí el rechazo de revivir lo vivido: la plaza Italia, inundada de manifestantes mofándose del general victorioso, en lo que el Partido Comunista y otros denominaron estallido social.
Hagamos un poco de memoria: tras ese viernes rojo de 2019, en que estaciones del Metro ardieron al unísono, el difunto Guillermo Teillier, entonces presidente del Partido Comunista, fue el primero en retar al Presidente de la época (Sebastián Piñera, hoy también difunto) para que renunciara y enfatizó su bravata con un si no tiene la capacidad de gobernar.
Recojo in extenso sus palabras publicadas La Tercera de entonces: “El Presidente debe levantar el Estado de Emergencia ahora porque el pueblo ya no le cree. Tengo la impresión de que el pueblo no le tiene miedo, no le tiene miedo a la represión. Y esto puede todavía ser peor entonces. Entonces, si él está renunciando a gobernar, porque gobernar significa acoger las demandas de la ciudadanía, que para eso lo eligieron Presidente, y se escuda tras los militares, si no tiene capacidad de gobernar, lo mejor sería que renunciara y llamara a nuevas elecciones ahora y que el pueblo, con el sentimiento que tiene hoy día, elija a un nuevo gobernante, incluso a nuevos parlamentarios. Esa es la situación. Estamos en un momento de crisis compleja y debe, insistimos, debe revertir el alza de los pasajes”.
Y el alza de los pasajes se revirtió.
Entonces Teillier anunció que estaban trabajando en una acusación constitucional contra el Presidente Sebastián Piñera.
A veces es importante recordar los orígenes, aunque los protagonistas ya no estén en este mundo. Pero sigamos con Irina, que sí está en este mundo y sabe cobrar.
Sus clases no son gratuitas. Tampoco de bajo costo. La conferenciante cobra $150.000, pero no son $150.000 y punto, sino que también hay que cancelar una matrícula que tiene un valor de $20.000, lo que da una suma de $170.000… aunque hay una beca de arancel del 50%. No podemos hablar de ganga.
Leí el programa y, la verdad, entendí muy poco. Por ejemplo, una de las clases (la segunda) se titula fronteras de la subjetividad. ¿El tema? Lo he tenido que releer unas tres veces: reflexión sobre la otredad, mismidad y lo no-idéntico en la construcción de identidades.
Demasiado elevado. Parece que por ahora me voy a ahorrar los $170.000.
Lillian Calm
Periodista
13-06-2024
BLOG: www.lilliancalm.com
