EVO REINCIDENTE

 

EVO REINCIDENTE

 

Lillian Calm escribe: “En suma, hizo suya la excusa que esgrimen en la práctica casi todos los candidatos del mundo, sobre todo presidenciales, cuando materializan su secreta ambición de siempre: volver a recurrir a las urnas”.

Era común coleccionar  estampillas. Otros prefieren monedas antiguas. Por mi parte me he convertido desde hace un tiempo en una gran coleccionista de frases o, más coloquialmente, salidas de Evo Morales. Sin embargo su presencia, en el último tiempo, había sido mas bien escasa.

Ahora, sin embargo, y me parece que desafortunadamente para Bolivia, como también para su actual presidente Luis Arce y su partido, Evo anunció que una vez más se postulará a la presidencia de su país. Esta vez en las elecciones generales de 2025.

Argumentó que ha decidido aceptar los pedidos de nuestra militancia, y de tantas hermanas y hermanos que asisten a las concentraciones en todo el país, para ser candidato a la presidencia de nuestra querida Bolivia.

En suma, hizo suya la excusa que esgrimen en la práctica casi todos los candidatos del mundo, sobre todo presidenciales, cuando materializan su secreta ambición de siempre: volver a recurrir a las urnas.

Todo esto me ha significado un trabajo extra. Yo estaba centrada en una futura columna sobre la torre de Babel erigida en el Parlamento español, donde ahora se puede oír hablar no solo en la lengua de Cervantes, sino en catalán, gallego o vascuence (con la necesaria empleabilidad de traductores, eso sí).

Otro tema que se me presentaba fascinante era la peculiar y nada espontánea marcha pro Boric, toda una rareza. No obstante, ambos temas cayeron al basurero al saber que Evo volvía al ruedo.

Instintivamente me lancé  a hurgar altisonantes frases suyas (seleccionadas por mí, naturalmente), muchas pronunciadas durante su mandato transcurrido desde 2006 hasta 2019. Las tenía prácticamente olvidadas.

Recuerdo que  antes de asumir su tercer período (el que no pudo terminar) se sometió al rito de la limpia (limpieza de mente y corazón) para purificarse; pero si bien se atavió con una vestimenta ancestral con detalles de oro… quedó igualito.

Hay una autobiografía (de autobiografía, pocazo, ya que su autor es su ex vocero, el periodista Iván Canelas) que si bien está escrita en primera persona incluye relatos de quienes lo han conocido: se titula Mi vida, de Orinoca al Palacio Quemado, y comienza:

Tenía que llamarme Luciano o por lo menos Evaristo, según lo determina el Calendario Bristol para los nacidos el 26 de octubre. Pero ambos nombres eran demasiado largos para mi padre. Al final se decidió por Evo y para que este fuera mi nombre tuvo que discutir con el cura.

El diario español El País resaltó en su momento el surrealismo mágico, casi garciamarquiano, de esas confesiones. Por ejemplo, cuando el protagonista estuvo por morir en el parto que lo trajo al mundo:

Su madre, María Ayma Mamani, estaba desangrándose y con antojo de pan, y sus más allegados, para evitar que se desmayara, tuvieron que cocer un mendrugo en una olla de barro. ‘Olí nomás y sin pujar ha nacido la guagua -le contó después María a su hija Esther, hermana de Evo-. Cuando comí, como ‘cuete’ ha bajado.

Evo Morales explica que nació sobre un cuero de oveja, que fue pastor y trompetista de una banda de música, que conoció la ropa interior a los 14 años y, a los 17. la ducha, más la escobilla y la pasta de dientes.

Esta publicación, en ediciones para niños y grandes, al parecer fue preparada para ser difundida la última vez que se presentó a elecciones generales. Entonces prorrogó su mandato por un tercer periodo, aspiración que hizo realidad en gran parte atacando a Chile y reivindicando mar para Bolivia.

 

Como colofón incluiré solo otras tres frases, siempre autoría de Evo Morales:

 

≠ El pollo que comemos está cargado de hormonas femeninas. Por eso, cuando los hombres comen esos pollos, tienen desviaciones en su ser como hombres.

≠ Cuando se tapa la taza del baño, ¿qué es lo que hacemos? Llamar al plomero (…) Sin embargo, el plomero con sus diferentes instrumentos no puede resolver eso y nos dice: dame cinco bolivianos, ocho bolivianos, ¿para qué?, para comprar Coca Cola. Compra la Coca Cola y la echa a la taza del baño, pasan minutos y ya está destapada (…) Imagínense, ¿qué químicos tendrá la Coca Cola?.

≠ Fidel no se ha enfermado, sólo está en reparación. Fidel va a vivir 80 años más.

 

Lillian Calm

Periodista

05-10-2023

 

 BLOG: www.lilliancalm.com

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