JAQUE MATE

JAQUE MATE

Lillian Calm escribe: “Jamás me atrevería a decir aquí que, en el día de la elección, el rey y la reina visitaban un patagónico juego infantil y el monarca se lanzó por un tobogán para niños y no cupo. Eso sería poner en jaque (vuelvo a usar el término) la respetada institución de la Presidencia de la República”.

No sigo al Presidente de la República en Instagram. La razón es de Perogrullo: no tengo Instagram. No es que recele de las redes sociales (un poco, sí), pero también soy una convencida de que hay que dejarse tiempo para… vivir.

Así, si bien carezco de Instagram, Facebook y Twitter (lo que no niego puede ser una falla mía, pero que por ahora quiero mantener), de cuando en cuando recibo desde ahí algunas informaciones que, me parece, valen mucho la pena. Me llevan incluso a comprender mejor la política contemporánea.

Como ejemplo me refiero a un Instagram mencionado someramente por algunos medios. Su autor es nada menos que el Presidente de la República, quien se dio el tiempo para escribirlo en medio del furor de una jornada electoral cuyos resultados volvieron a poner al oficialismo en jaque.

¿Jaque? Busco la definición de la Real Academia Española:

Primera acepción:   Lance del ajedrez en que un jugador, mediante el 

movimiento de una pieza, amenaza directamente al rey del otro, con obligación de avisarlo, y,  por ext.,  a la reina, sin tal 

obligación.

Jamás me atrevería a decir aquí que, en el día de la elección, el rey y la reina visitaban un patagónico juego infantil y el monarca se lanzó por un tobogán para niños y no cupo. Eso sería poner en jaque (vuelvo a usar el término) la respetada institución de la Presidencia de la República.

Pero lo que no entiendo es que ese bache haya inspirado tanto a Su Excelencia, como para revivir en Instagram, y con nostalgia,  los años en que salía con su nono.

 

Cuando era chico, mi nono (nacido en Punta Arenas en 1908) siempre me llevaba a pasear por nuestra ciudad mientras me contaba historias de Magallanes antiguo y me mostraba con su voz pausada y profunda la historia de los lugares que pisábamos. Aunque él ya estaba algo encorvado, yo lo miraba hacia arriba con ojos de ensoñación y recuerdo la sensación de viajar con él en el tiempo a través de esas caminatas. Recorríamos el Río de las Minas y el de la Mano, Leñadura, Tres Puentes, Agua Fresca, Morro Chico, Rio Penitente, el Cerro de la Cruz, el barrio Croata, el cementerio y todos los parques y plazas de la ciudad. Desde entonces, siempre que estoy en Punta Arenas pienso en él cuando cruzo un puente o veo un tobogán vacío, y nunca voy a dejar de cruzarlos o recorrerlos aunque hayan indiscretos que pretendan robar ese momento o amargos que lo critiquen porque niegan la infancia que todos llevamos dentro, esa trinchera de felicidad a la que siempre podemos recurrir cuando la necesitamos.

Les dejo un abrazo lleno de viento del sur y la firme confianza en la sabiduría de nuestro pueblo y su historia.

G.

A mi modo de ver este es un Instagram notable, no solo por sus destellos poéticos sino que evidencia la versatilidad del mandatario que, en día de elecciones, pueda haberse dado el tiempo para evocar sus primeros años.
 
Pero no me quiero cegar. Aquí hay más que poesía; también adivino cierta referencia para explicar el chascarro del tobogán. Y esto porque después de unos días sigo recibiendo memes y más memes centrados en el tema.
 
 En todo caso lo cuasi bucólico se pierde cuando el autor deja de hablar del nono y alude a indiscretos que pretendan robar ese momento o amargos que lo critiquen porque niegan la infancia que todos llevamos dentro.
 
Nuevamente, con todo respeto, no creo que tenga razón porque una figura pública es pública desde que amanece y, sobre todo, cuando amanece en una jornada electoral.
 
Si Biden, Maduro o la Presidenta al Perú se lanzan por un tobogán de niños y quedan atascados, es noticia. En razón de su investidura son personajes públicos (aunque tengamos bastantes dudas sobre la investidura de Maduro).
 
Aquí no se trata del nieto del  nono, sino el Presidente de Chile… quien se lanza, queda atacado y rompe un tobogán para niños.
 
Pongámoslo de otra forma: si el nieto del nono se lanza por un tobogán y lo rompe, allá él; pero si el nieto del nono ha alcanzado la Presidencia de la República, ¿qué recórcholis hacía en ese tobogán? 
 

Lillian Calm
Periodista

18-05-2023

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