CHURCHILL, VISIONARIO
Lillian Calm escribe: “‘La fortuna tiene el acierto de no tratar bien a quienes rompen con los usos y costumbres del pasado…’, puntualizó en una minuta -y cuando aún no terminaba la Segunda Guerra Mundial- el entonces primer ministro de Inglaterra, Winston Churchill”. Al releer una de las tantas biografías de Winston Churchill (la escrita precisamente por el tan polémico Boris Johnson, quien llegaría a ser en este siglo XXI primer ministro como él lo fue dos veces en el XX), me quedé pegada en una minuta que escribió cuando aún no terminaba la Segunda Guerra Mundial. Quizás en otro momento habría pasado de largo, pero me llamaron la atención dos factores (por lo demás, la biografía se titula El factor Churchill ): cómo él, en medio del fragor bélico, se dio tiempo para echar para atrás una innovación mínima y, segundo, su decidida enemistad hacia las refundaciones, pues respetaba como el que más el legado de la historia. En otras palabras actuaba sin refundar nada, pero dándole la b