EL ADIÓS A LAS GRANDES ESTADISTAS
Lillian Calm escribe: “ Lo que resulta singular es que en dieciséis años de mandato, la gobernante más destacada del planeta esperó hasta estos últimos días de su cuarto período para confesar con cierta reticencia que es feminista. Es decir, no usó de esa condición para agregar absolutamente nada a su personalidad ni menos a su estatus de liderazgo”. En estos días la Merkel se va de nuevo. Y digo de nuevo porque si bien ahora se va de veras, hace unos meses las fake news ya la hicieron partir. He estado recibiendo, desde principios de año, un Whats App que encierra minutos y minutos de aplausos para despedir a la canciller alemana Ángela Merkel. Aunque pone la piel de gallina, ese Whats App es falso y es uno de los bulos que se ignora con qué propósito -estrategia política o simple ocio- se han fabricado para invadir las redes sociales. Esta noticia falsa o fake news se titula: “Alemania se despidió de Merkel con seis minutos de calurosos aplausos”. Sin embargo esos aplausos -a